Cuando yo lo arreglo todo, tu lo rompes con historias. Ahora vienes de buenas después de tantos lamentos. ¿Por qué me haces esto? Yo jamás te hubiera hecho daño... y tu sin embargo te sobró tiempo para irte de mi lado y hacerme daño con tus palabras. Si hubiera sido por mí, jamás hubiera dejado que te fueras, porque a pesar de todo, tu me has enseñado a querer y a saber valorar lo importante de las cosas. Y te doy las gracias, aunque cuando te las dé, no tengas ni la más mínima idea del por qué. ¿Sabes? Yo por ti lo hubiera dado todo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario